Muere el luchador La Parka a los 54 años

Jesús Alberto Huerta, quien personificaba al afamado combatiente, pereció a causa de una falla renal.. ma

En la cosmovisión de la lucha libre mexicana el espectáculo es crucial. Así lo entendió Jesús Alberto Huerta (Hermosillo, Sonora, 1966 - 2020), quien decidió enfundarse en el traje de calavera. La Parka, como decidieron nombrar al personaje, apuntaba a ser un gran villano, aunque Huerta prefirió darle alegría.

Era el único luchador en la década de los 90 que se dedicaba a bailar la coreografía de Thriller de Michael Jackson en vez de mostrar el músculo. La gente no dudó en engancharse. El regocijo de su lucha se apagó este sábado al fallecer a los 54 años a causa de una falla renal.

Los pasos de baile de La Parka eran torpes, sobre el cuadrilátero lucían más sus dotes para desesperar rivales que sus movimientos al ras de la lona. Sobre sus hombros se asomaba la larga cabellera a lo Jimmy Page. El hombre detrás del traje, que intentaba simular una gran calavera, ganó pesó. Era la muerte con un dejo de obesidad. Y ese humor involuntario provocó que se convirtiera en uno de los grandes ídolos de la lucha mexicana.

Jesús Alberto Huerta se convirtió en un especialista en sustituir identidades. Su estreno en las grandes arenas de lucha libre lo hizo en 1995 bajo el nombre de Karis La Momia, un personaje que ya había sido utilizado por otros tres luchadores. Y un año después el dueño de una de las principales de lucha libre en México, la Triple A, le ofreció hacerse cargo de un personaje de alta popularidad: La Parka.

El creador de ese personaje era Adolfo Tapia que, para ese año, decidió probar suerte en Estados Unidos, pero no estaba de acuerdo con que alguien más tomara su lugar. Huerta, bajo el amparo de la empresa, ocupó la vacante. "Es el costal de huesos ¡y muchas mallas", vociferaba el presentador en cada función.

La enemistad entre Huerta y Tapia, las Parkas, trascendió al guion de la lucha libre mexicana. Había una disputa legal por el nombre que terminó por ganar Triple A y Huerta por lo que el creador tuvo que ingeniárselas con un juego de palabras: L.A. Park. En 2010 ambos combatientes se enfrentaron para dirimir quién se quedarían con el nombre, pero, después de toda la parafernalia, la lucha fue invalidada. Así se zanjó la disputa. "Yo le he dado vida a La Parka, la gente me ha apoyado", insistía Huerta. Así se convirtió en el luchador estandarte de la compañía de lucha libre mexicana, AAA, desde las máscaras, camisetas, figuras de acción e incluso hasta en un videojuego.

La carrera de La Parka paró en seco el 21 de octubre del año pasado. Esa noche, en una función en Monterrey, el luchador calaca intentó salir entre dos cuerdas del cuadrilátero para caer sobre un rival, Rush. Era un arriesgado, pero rutinario movimiento. Los pies de La Parka se atoraron y la trayectoria de su movimiento se desvió. Chocó contra el muro de contención que divide al público. Pum. El sonido metálico presagiaba lo peor. El luchador no se movía y ahí la mística de la lucha libre se desvaneció para llevarlo al hospital. Poco a poco recuperó la movilidad en sus extremidades y la capacidad para hablar. Ese accidente agravó su estado de salud. El pasado 10 de enero sufrió una falla renal hasta que falleció.

"Si no amas y respetas la lucha libre no eres nada", le decía La Parka a su hijo, también luchador, en sus últimos días. "Nosotros como luchadores estamos conscientes del riesgo que corremos. Sabemos que podemos no bajar del ring, no hay engaño. Estamos preparados por si tenemos que morir", cuenta a este diario Máscara Año 2000. La Parka de Huerta, alejado de Thriller de fondo y de las grandes ovaciones, se ha marchado.

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