Agrava el cambio climático la hambruna en Zimbabue

El Programa de Alimentos de la ONU sólo tiene el 30% de 300 mdd que necesita.. ma

Roma, Italia.- El Programa Mundial de Alimentos (PMA) amplía rápidamente su intervención de emergencia en Zimbabue, donde la sequía, las inundaciones y el colapso macroeconómico sumieron a la mitad de la población (7.7 millones de personas) en una situación de hambre severa.

El organismo lanzó una alerta mundial para recaudar fondos a fin de satisfacer las crecientes necesidades de la población afectada, y para enero de 2020 espera duplicar la cifra de beneficiarios para llegar a 4.1 millones de ciudadanos, a quienes distribuye raciones de cereales, legumbre y aceite vegetal, así como alimentos enriquecidos para prevenir la malnutrición en menores de cinco años.

Enfrentamos un círculo vicioso de malnutrición acelerada, que afecta más severamente a la niñez y a las mujeres, el cual será difícil romper dijo el director de PMA, David Beasley. “Y se espera un año más con escasa probabilidad de lluvias, lo que augura una mala cosecha en abril, por lo que el hambre aumentará antes de poder disminuir”.

La de Zimbabue es la peor crisis alimentaria en más de una década y es parte del desastre climático sin precedentes que golpea al sur de África, donde el aumento de las temperaturas duplica la media mundial, y las cada vez más irregulares temporadas de lluvia perjudican gravemente a la agricultura de subsistencia.

Pero la crisis empeora cuando suma otros factores como la escasez de divisas, una inflación descontrolada, creciente desempleo, escasez de combustibles, cortes de energía eléctrica prolongados y pérdidas de ganado a gran escala, situación que se da tanto en el ámbito rural como en el urbano.

Los planes de PMA para aumentar la asistencia alimentaria suponen un gran reto logístico, debido a la limitada disponibilidad de dólares zimbabuenses y el alza en los precios de los productos básicos que permiten prever una transición de la entrega de raciones de alimentos a la de efectivo.

Para junio de 2020 se habrán comprado y distribuido 240 mil toneladas de productos, pero debido a que se trata de un país sin costa y que la sequía y las inundaciones han mermado las reservas de alimentos en gran parte de África, el reto será aún mayor, independientemente de que PMA estima que requiere de 293 millones de dólares para responder a la emergencia. Hasta ahora sólo ha recaudado el 30 por ciento.

Bealey afirmó que seguirá presionando a la comunidad internacional para que intensifique las inversiones que atajen las causas subyacentes del hambre a largo plazo, porque es importante fomentar la resiliencia de los afectados por la malnutrición crónica frente a los impactos cada vez más graves e impredecibles del clima.

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