México tiene 14 millones de diabéticos y el mal sigue al alza: experto

El año pasado se registraron 140 mil 729 decesos, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

 México ocupa el séptimo lugar a nivel mundial por el número de personas que tienen diabetes mellitus tipo 2. Son alrededor de 14 millones de enfermos y en las siguientes dos décadas la cifra se podría duplicar, incluidas las complicaciones graves que ya ocasionan la mayor cantidad de años que los afectados experimentan con discapacidad. Es un problema que sigue en aumento y de mantener esa tendencia puede “colapsar cualquier sistema de salud”, advirtió Sergio Hernández Jiménez, coordinador del Centro de Atención Integral del Paciente con Diabetes (Caipadi) del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ).

La diabetes mellitus tipo 2 se asocia con el sobrepeso y la obesidad, condición con la que viven más de 70 por ciento de los adultos en el país. También es la segunda causa de muerte prematura. Debido a la pandemia de covid-19, se registró un aumento de 50 por ciento en las defunciones, que pasaron de 104 mil 352 en 2019 a 151 mil 19 en 2020, y el año pasado se registraron 140 mil 729 decesos, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En noviembre de 2016, este grave problema llevó a la Secretaría de Salud (Ssa) a declararlo emergencia epidemiológica. Tres años antes se creó el Caipadi, con una propuesta novedosa para abordar el padecimiento.

En entrevista con motivo del Día Mundial de la Diabetes, que se conmemora hoy, Hernández Jiménez explicó que en el centro se aplica un modelo de atención integral, el cual ya ha demostrado que, con el fortalecimiento de actividades educativas y prevención, es posible disminuir las complicaciones, principalmente insuficiencia renal, amputaciones y ceguera que provocan discapacidad y elevados costos económicos para las instituciones y las familias de los enfermos.

La diabetes descontrolada también aumenta el riesgo de afecciones cardiovasculares y de muerte. Lo mejor es nunca desarrollar la alteración metabólica, pero cuando ya se tiene, “siempre hay algo que hacer” para prevenir las complicaciones. En algunos casos, se pueden revertir o, por lo menos, retrasar su progresión.

La base está en el control de los niveles de glucosa, que en el Caipadi lo consigue 60 por ciento de los pacientes. Lo mismo pasa con la presión arterial y el colesterol, que también se mantienen en niveles adecuados en 70 y 60 por ciento de las personas, respectivamente. A nivel nacional, esos indicadores de control no rebasan 40 por ciento y su descontrol incide en el desarrollo de daños colaterales.

Hernández Jiménez resaltó que en lo que va de 2022, en el centro no ha habido reportes de amputaciones por pie diabético, efecto del modelo que se aplica e incluye la revisión de pies y la capacitación a los pacientes sobre el cuidado diario que deben tener para prevenir lesiones que, eventualmente, conducen a la pérdida de la extremidad.

El esquema consiste en ir más allá de la prescripción de medicamentos y en ofrecer consultas de nueve especialidades: endocrinología, educación en diabetes, oftalmología, nutrición, sicología, odontología, cuidado de pies, actividad física y siquiatría. Todo en un solo día. Los pacientes regresan cada mes hasta completar cuatro sesiones, después el seguimiento es anual.

Así funciona el centro con alrededor de 3 mil 500 pacientes, algunos de los cuales se han mantenido constantes desde hace nueve años, aunque otra cantidad similar dejó de asistir al centro. El coordinador del Caipadi explicó que diversos factores influyen en la deserción, como el cambio de domicilio de las personas y las dificultades que enfrentan para ausentarse del trabajo. Aun así, el personal médico tiene alternativas, como la telemedicina, desarrollada durante la pandemia de covid-19 y a la cual recurren para mantener la continuidad en la atención de 5 por ciento de los usuarios.

El desafío es inmenso, a pesar de que, según el especialista, en el país ha permeado la importancia de la atención integral y ya existen otros centros como Caipadi. También comentó que 40 por ciento de los pacientes que llegan por primera vez tienen menos de un año de diagnóstico de diabetes y ha sido revelador que una tercera parte de ellos ya presentan ciertas alteraciones en la sensibilidad de los pies (neuropatía diabética), 15 por ciento llega con lesiones iniciales en la retina y un porcentaje similar reporta algún grado de daño renal.

Este fenómeno también ocurre a escala global y se explica porque, cuando se hace el diagnóstico de la alteración metabólica, “no es que haya aparecido de manera súbita. No da por un susto o un coraje. Es una enfermedad que se desarrolla a lo largo de cinco a 10 años antes de se manifiesten los síntomas”, explicó Hernández Jiménez.

Subrayó que si bien hay varios factores de riesgo, el principal generador de diabetes es el sobrepeso y la obesidad. Algunos reportes de investigación mencionan que desde esa etapa aparecen las primeras señales de afectación en otros órganos.

Otro elemento que incide en la elevada prevalencia de la diabetes es que la población mexicana tiene una alta predisposición genética, a lo que se suma el exceso de peso corporal.

Ante ello, en el Caipadi se adoptó el criterio de solicitar a los pacientes que acudan a sus consultas con el familiar más cercano, con quien más conviven, para que también se le realicen los estudios clínicos y revisiones. Se encontró que de los acompañantes que no presentaban ningún síntoma, 11 por ciento ya tenían diabetes y lo desconocían.

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