La policía rusa persigue a los dirigentes locales que pidieron la destitución de Vladimir Putin

La valiente medida del Consejo del Distrito de Smolninsky provocó una reacción previsiblemente rápida y poco amistosa

Un grupo de miembros del consejo de distrito de San Petersburgo, la ciudad natal del presidente Vladimir Putin, pidió que se acusara al líder ruso de traición y se le destituyera de su cargo, en una rara pero descarada protesta contra la guerra en Ucrania.

La valiente medida del Consejo del Distrito de Smolninsky provocó una reacción previsiblemente rápida y poco amistosa. Un día después de que se hiciera pública la resolución contra Putin, una comisaría de policía local comunicó a los legisladores que se enfrentaban a cargos legales “debido a acciones dirigidas a desacreditar al actual gobierno ruso”.

La declaración del consejo de distrito llegó en forma de solicitud al parlamento ruso, la Duma Estatal, y afirmó que la decisión de Putin de invadir Ucrania el 24 de febrero provocó una pérdida masiva de vidas, convirtió a innumerables hombres rusos en veteranos discapacitados, obstaculizó la economía nacional y aceleró la expansión de la OTAN hacia el este.

Un segundo consejo municipal en el distrito Lomonosovsky de Moscú siguió el ejemplo y votó una moción similar pidiendo la renuncia de Putin. Las críticas abiertas a Putin son poco frecuentes, y aunque las dos mociones eran poco más que declaraciones simbólicas, representaban un notable reproche público. También sirvieron como prueba de que el apoyo público a la guerra en Ucrania no es universal, y podría estar erosionándose, tal y como ha revelado una reciente encuesta de la opinión pública rusa.

“Creemos que la decisión tomada por el presidente Putin de iniciar la operación militar especial es perjudicial para la seguridad de Rusia y sus ciudadanos”, decía el documento de Smolninsky presentado el miércoles por la noche.

“Le pedimos”, escribieron los legisladores, “que inicie una acusación de traición contra el presidente de la Federación Rusa para destituirlo”.

Putin creció en el barrio de Smolninsky y comenzó su carrera en San Petersburgo, donde fue teniente de alcalde. Muchos de los amigos más cercanos del presidente ruso siguen viviendo en San Petersburgo, donde algunos de ellos se han enriquecido fabulosamente durante los 22 años de Putin como líder supremo del país.

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