Rusia bombardea los Corredores Humanitarios en plena evacuación de civiles

Tras dejar atrás la central nuclear de Zaporiyia, las tropas rusas enfilan hacia el puerto de Odesa, en el oeste, y hacia el norte, hacia Kiev

La picadora de carne rusa avanza en su décimo día de invasión. La artillería de Vladimir Putin, considerada por él mismo como el «puño de Dios», aprieta la soga de los civiles atrapados en Mariupol y Volvovakha, poblaciones bajo asedio y bombardeo. Los corredores humanitarios para sacar los civiles atrapados, sobre todo mujeres y niños, han fracasado hasta el momento. El Gobierno ucraniano responsabiliza a los rusos «de romperlo una y otra vez» y de imposibilitar la huida de cualquier desplazado y ya son miles los que esperan para poder escapar del cerco.

 

La acción se parece bastante a lo que ya hicieron las tropas del Kremlin en el conflicto civil en Siria, que sólo permitían la salida de refugiados en sus propios autobuses, controlando todo el proceso y los tiempos, cuando ya se disponían a arrasar la ciudad.

 

El alcalde de Mariupol, Vadim Boichenko, aseguró este sábado que la ciudad portuaria, que habitualmente cuenta con cerca de 450.000 habitantes, estaba sometida a un «bloqueo», sin electricidad, alimento, agua, gas y transporte. Las fuerzas separatistas prorrusas y el ejército ruso indicaron que estaba sitiada. Los vecinos comenzaron a llevarse nieve de las calles para convertirla en agua y poder beber. La calefacción ha dejado de funcionar y las perspectivas para ellos son esconderse en sótanos y racionar la comida que les queda.

 

Por su parte, en Jerson, la única capital de provincia conquistada por los rusos, los vecinos ucranianos salieron masivamente a las calles a plantar cara a los invasores con cánticos e insultos e incluso llegaron a subir a algún blindado con banderas ucranianas al viento.

 

Vladimir Putin, que aseguró este sábado que las sanciones de Occidente suponen «una declaración de guerra», afirmó que no permitiría una zona de exclusión aérea y que cualquier país o alianza que intentara imponerla «entraría en ese momento en conflicto con Rusia». Aunque negó que vaya a imponer la ley marcial en su país, está elevando la represión sobre disidentes y manifestantes. Son ya más de 9.000 encarcelados en los últimos días.

 

Información de: elmundo.es